jueves, 19 de agosto de 2010

El aparato digestivo

El aparato digestivo está formado por el tracto digestivo, una serie de órganos huecos que forman un largo y tortuoso tubo que va de la boca al ano, y otros órganos que ayudan al cuerpo a transformar y absorber los alimentos
Los órganos que forman el tracto digestivo son la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso (también llamado colon), el recto y el ano. El interior de estos órganos huecos está revestido por una membrana llamada mucosa. La mucosa de la boca, el estómago y el intestino delgado contiene glándulas diminutas que producen jugos que contribuyen a la digestión de los alimentos. El tracto digestivo también contiene una capa muscular suave que ayuda a transformar los alimentos y transportarlos a lo largo del tubo.

Glandulas salivaresLa digestión empieza en la boca con la masticación y la ensalivación. Al tiempo que el alimento se va troceando, se mezcla con la saliva hasta conseguir que esté en condiciones de pasar al estómago. La saliva contiene un enzima llamado amilasa salivar -o ptialina-, que actua sobre los almidones y comienza a transformarlos en monosacáridos. La saliva también contiene un agente antimicrobiano -la lisozima-, que destruye parte de las bacterias contenidas en los alimentos y grandes cantidades de moco, que convierten al alimento en una masa moldeable y protegen las paredes del tubo digestivo.
La temperatura, textura y sabor de los alimentos se procesan de tal manera que el sistema nervioso central puede adecuar las secreciones de todos los órganos implicados en la digestión a las características concretas de cada alimento.
No se deben tragar los alimentos hasta que no estén prácticamente reducidos a líquido (masticando las veces que sea necesario cada bocado). Es el único punto que podemos controlar directamente en el proceso digestivo y debemos aprovecharlo, ya que sólo con una buena masticación solucionaremos una gran parte de los problemas digestivos más comunes.
La digestión gástrica
El bolo alimenticio recorre el esófago impulsado por movimientos peristálticos y llega al estómago, impidiéndose su retroceso por una válvula llamada cardias. En el estómago, las musculosas paredes del mismo mezclan el alimento con los jugos gástricos, ricos en ácido clorhídrico y enzimas digestivas, que degradan el alimento en componentes cada vez más pequeños, hasta formar una papilla blanquecina, llamada quimo.
La digestión intestinal
El quimo va pasando poco a poco del estómago al primer tramo del intestino delgado, el duodeno, a través de otra válvula, llamada píloro. El alimento, ya bastante degradado, es atacado por los jugos intestinales (producidos en las paredes del duodeno), ricos en enzimas, por el jugo pancreático (producido en el páncreas), también rico en enzimas, y por la bilis (producida por el hígado), que contienen sales biliares, unas moléculas que hacen que las grasas se emulsionen, de modo que las enzimas pueden actuar sobre ellas. La digestión química que se realiza en el primer tramo del intestino (llamado duodeno) completa la digestión de todas las moléculas orgánicas de los alimentos. Se forma una papilla llamada quilo, en la que ya están todas las unidades básicas que serán absorbidas.
La absorción
La absorción es la incorporación de los nutrientes, las unidades químicas básicas que forman los alimentos, a la sangre. La absorción se produce mayoritariamente en los tramos del intestino delgado, llamados yeyuno e íleon. Las paredes del intestino aquí están muy replegadas (tienen vellosidades) para aumentar la superficie de intercambio y así absorber la mayor cantidad posible de nutrientes. Cada vellosidad intestinal presenta internamente una red de capilares sanguíneos y vasos quilíferos (capilares linfáticos) que recogen los nutrientes para incorporarlos al torrente sanguíneo.
La egestión
La egestión es el acto que finaliza la acción del aparato digestivo. Consiste en concentrar y expulsar los restos no digeridos. Los residuos de la digestión, procedentes del íleon, llegan al intestino grueso (al tramo llamado ciego), en el que se producen las heces fecales. En primer lugar, los restos no digeridos suben por el colon ascendente (parte derecha), donde tiene lugar la reabsorción de agua y de algunos elementos, como el sodio. Los restos continúan por el colon transverso (de derecha a izquierda de la cavidad abdominal) y bajan por el colon descendente (parte izquierda), donde se almacenan en forma de heces fecales. Finalmente, para ser expulsadas, estas llegan al recto, que se abre al exterior por el ano. El acto de expulsión de las heces se denomina defecación.

BIBLIOGRAFÍA:http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/guianutr/proceso.htm http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/guianutr/proceso.htm    http://www.kalipedia.com/ecologia/tema/proceso-digestivo.html?x=20070417klpcnavid_122.Kes&ap=1
 






    

No hay comentarios:

Publicar un comentario